En los últimos dos años, principalmente debido a la crisis sanitaria, han aumentado los discursos relacionados con la digitalización de la logística y el transporte. Sin embargo, la realidad es que las cadenas de suministro siguen sin disponer de visibilidad operativa completa, los procesos manuales continúan basados en el papel, la comunicación en procedimientos lentos e ineficientes y los clientes recibiendo información segmentada y en diferido.
Desde 2014 la Comisión Europea supervisa los avances digitales de los Estados miembros y publica anualmente los informes del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI). El informe de 2021 indica que el Transporte sigue formando parte de ese grupo de sectores en los que la digitalización es una asignatura pendiente.
Existen en el mercado soluciones digitales que mejoran la capacidad operativa de las empresas y cubren perfectamente las necesidades de planificación, visibilidad y trazabilidad de los agentes implicados en la cadena de suministro, reduciendo además el impacto ambiental. No obstante, el porcentaje de empresas de Transporte que invierten en recursos tecnológicos apenas supera el 14% en España. ¿Cuál es el principal impedimento?
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